domingo, 1 de noviembre de 2009
martes, 20 de octubre de 2009
enseñando un ejercicio,,,
< le explica como hacer el ejercicio, que interesante, a mi en la parroquia nunca me dijeron como rezar el padre nuestro,,,
sábado, 3 de octubre de 2009
sábado, 12 de septiembre de 2009
Amigo!!!
martes, 8 de septiembre de 2009
Cuento sufi!!!
Un pescador cogió en su red una botella de cobre con el tapón de plomo. La botella contenía un genio todopoderoso.
El genio, una vez liberado, le dijo al pescador:
- Pide tres deseos y yo te los daré. ¿Cuál es tu primer deseo?
- Me gustaría que me hicieras lo bastante inteligente como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos - dijo el pescador.
- Hecho - dijo el genio - ahora, ¿cuáles son tus otros dos deseos?
El pescador reflexionó un momento y dijo:
- Gracias. No tengo más deseos.
martes, 25 de agosto de 2009
El tiempo es otro!
Una serpiente había mordido a tantos habitantes de la aldea que eran muy pocos los que se atrevían a aventurarse en los campos. Pero era tal la santidad del Maestro que se corrió la noticia de que había domesticado a la serpiente y la había convencido de que practicara la disciplina de la no violencia.
Al poco tiempo, los habitantes de la aldea habían descubierto que la serpiente se había hecho inofensiva. De modo que se dedicaban a tirarle piedras y a arrastrarla de un lado a otro agarrándola por la cola.
La pobre y apaleada serpiente se arrastró una noche hasta la casa del Maestro para quejarse.
El Maestro le dijo:
- Amiga mía, has dejado de atemorizar a la gente y eso no es bueno.
- ¡Pero si fuiste tú quien me enseñó a practicar la disciplina de la no violencia!
- Yo te dije que dejaras de hacer daño, no de silbar
Al poco tiempo, los habitantes de la aldea habían descubierto que la serpiente se había hecho inofensiva. De modo que se dedicaban a tirarle piedras y a arrastrarla de un lado a otro agarrándola por la cola.
La pobre y apaleada serpiente se arrastró una noche hasta la casa del Maestro para quejarse.
El Maestro le dijo:
- Amiga mía, has dejado de atemorizar a la gente y eso no es bueno.
- ¡Pero si fuiste tú quien me enseñó a practicar la disciplina de la no violencia!
- Yo te dije que dejaras de hacer daño, no de silbar
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