martes, 25 de agosto de 2009

El tiempo es otro!

Una serpiente había mordido a tantos habitantes de la aldea que eran muy pocos los que se atrevían a aventurarse en los campos. Pero era tal la santidad del Maestro que se corrió la noticia de que había domesticado a la serpiente y la había convencido de que practicara la disciplina de la no violencia.
Al poco tiempo, los habitantes de la aldea habían descubierto que la serpiente se había hecho inofensiva. De modo que se dedicaban a tirarle piedras y a arrastrarla de un lado a otro agarrándola por la cola.
La pobre y apaleada serpiente se arrastró una noche hasta la casa del Maestro para quejarse.
El Maestro le dijo:
- Amiga mía, has dejado de atemorizar a la gente y eso no es bueno.
- ¡Pero si fuiste tú quien me enseñó a practicar la disciplina de la no violencia!
- Yo te dije que dejaras de hacer daño, no de silbar

3 comentarios:

delivery post-crucifixión dijo...

¿Cómo andás Juán?

Bueno, no hay que confundir "no violento" con tonto...

Un abrazo!
R.P.

Sergio Muzzio dijo...

Bienvenido, señor J.A.

webm dijo...

Buenisimo! siempre es bueno hacerse respetar. Hace poco un chico que estuvo preso me comentaba que el primer dia que cayó apresado le pegó a algunos que quisieron robarle sus zapatillas, despues de eso todos lo respetaban, me comentaba que nunca mas tuvo episodios de violencia y posiblemente de haber sucedido, hubiera salido perdiendo la mayoria de las veces, pero como puede leerse en el Leviatan de Hobbes, en la calle, en la vida, muchas veces la autoridad y el respeto emanan del miedo.
http://futbolenlascalles.blogspot.com/